Acababa de nacer; a su papá se le caía la baba mostrando su bebé a los amigos; estaba loco de alegría; realmente era un bebé precioso; tan solo hacía unos días que decidió abandonar la confortable morada materna y salir al mundo.
Pasaron los meses; el bebé comenzó a dar sus primeros pasos; su papá seguía loquito con su hijo: jugaba con él, lo llevaba al parque, lo mimaba ... un padre maravilloso. La verdad es que el niño estaba "para comérselo".
Van sucediéndose los años y aquel bebé se convierte en niño; el padre jugaba muy poco, casi nada con su hijo; le acompañaba muy pocas veces al parque, incluso le levantaba la voz con frecuencia y a veces se le escapaba la mano.
-- Papá, ¿Por qué ya no juegas conmigo como antes?
-- Estoy cansado. Juega con tus amiguitos, que ya eres mayorcito.
-- Papá, ¿Sabes qué me ha pasado hoy el en cole?.
-- Estoy cansado. Ya me lo contarás mañana.
Pasaron los meses; el bebé comenzó a dar sus primeros pasos; su papá seguía loquito con su hijo: jugaba con él, lo llevaba al parque, lo mimaba ... un padre maravilloso. La verdad es que el niño estaba "para comérselo".
Van sucediéndose los años y aquel bebé se convierte en niño; el padre jugaba muy poco, casi nada con su hijo; le acompañaba muy pocas veces al parque, incluso le levantaba la voz con frecuencia y a veces se le escapaba la mano.
-- Papá, ¿Por qué ya no juegas conmigo como antes?
-- Estoy cansado. Juega con tus amiguitos, que ya eres mayorcito.
-- Papá, ¿Sabes qué me ha pasado hoy el en cole?.
-- Estoy cansado. Ya me lo contarás mañana.
El niño se convierte en adolescente; se siente más libre: puede ir al colegio solo; sale con los amigos... Ya no le cuenta a su padre cómo le ha ido en el colegio; la verdad es que su padre tampoco se lo pregunta a él; de vez en cuando hace campana; los resultados de los estudios cada vez son peores; llega tarde a casa sin dar explicaciones; entra y sale cuando quiere... incluso un día su madre descubrió en el bolsillo trasero de los tejanos una barrita de "chocolate".
-- No es mío, mamá; mi amigo Juan me pidió que se lo guardara y se me ha olvidado dárselo.
Pasó el tiempo; aquel hermoso bebé de hace unos años, por el que en un tiempo su padre se desvivía, se ha convertido en un joven triste, demacrado. En casa desaparecen misteriosamente el dinero y algunas joyas de la madre.
-- No debes seguir con ésto. Te estás matando y nos estás matando también a nosotros.
Una tarde llaman a la puerta. Dos agentes de policía intentan explicar lo sucedido. Lo encontraron solo, en un callejón, aún con el arma mortal clavada en el brazo.
Unas lágrimas humedecieron los ojos de su padre.
Demasiado tarde.
3 comentarios:
Buen relato, compañero.
La verdad es que desgraciadamente nos encontramos con casos parecidos, algunos provocados por los problemas que mencionas, pero hay otros muchos que habiendo recibido todo el cariño, cuidado, preocupación,... sin saber porqué todo se va al carajo, pobres padres...
Me alegra que le des vidilla al bloc.
Saludos
Un tema muy complejo, instalado en muchas familias y desgraciadamente la adicción se reparte entre las pastillas, el alcohol, la eroina...y mas cosa que se inventan para hacer negocio, al mismo tiempo destrozan personas y familias.
Hay que hacer guardia permanente para no caer en este mal de la sociedad en que vivimos...
Un saludo.
Tema demasiado frecuente, desafortunadamente, en la actualidad.
UN saludo.
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