jueves, 29 de octubre de 2009

CORRUPCIÓN: OTRA LACRA

Quiero comenzar este escrito con una pegunta: aparte de la puntualidad del AVE, ¿funciona algo bien en este país.
La clase política no funciona bien.
La justicia no funciona bien.
La economía no funciona bien.
La educación no funciona bien.
La sanidad no funciona bien.
etc.
Durante meses los medios de comunicación vienen informando un día sí y otro también sobre los escándalos de corrupción, malversación de fondos públicos, tráfico de influencias, cohecho y no sé qué lindezas más, cometidos por elementos afiliados al Partido Pupular (PP). Los supuestos implicados aparecen en televisión con una sonrisa de oreja a oreja y arropados por los suyos. ¡Qué compañerismo!.
Ahora, la suciedad ha salpicado a miembros de otro gran partido nacional, Partido Socialista (PSOE). Me cuesta creer que gentes a quienes se les supone de una ideología de izquierdas, de progresismo, de proteccionismo social, puedan, según parece, lucrarse ilegalmente a costa de los ciudadanos que a fin de cuentas han sido quienes han confiado en ellos para dirigir una comunidad autónoma o una alcaldía. Las siglas de partidos a quienes pertenecen estos presuntos delincuentes políticos aumenta; ya hay tres en los tribunales: PP, PSOE y CiU.
Visto lo visto y a pesar de reconocer que los políticos presuntamente fuera de la Ley y desenmascarados son una minoría, he perdido mi confianza en la clase política; no doy mi voto para que, aprovechándose de sus cargos, aparezcan dirigentes políticos sin escrúpulos.
En las próximas elecciones, ya sean locales, autonómicas, estatales o europeas, en lo que a mí concierne no necesito ni campaña electoral ni jornada de reflexión. Hoy por hoy, tengo claramente decidido que ninguna formación política es merecedora de mi confianza y por lo tanto, no pasaré por las urnas mientras esta situación no cambie rádicalmente.

sábado, 24 de octubre de 2009

ÁVILA Y SU SANTA

Ávila acaba de celebrar sus fiestas patronales en honor de Santa Teresa. Desde 1969 ho había estado presente en la ciudad durante estas fechas y dado mi nuevo estado de "liberado de actividad laboral" (no me gusta la palabra jubilado), decidí pasar unos días en mi ciudad natal.
El recuerdo que tenía de las fiestas era el propio de un joven de 20 años y de una época que poco o nada se parece a la actual; ahora, lógicamente, se aprecian los actos desde una óptica más seria, más sensata y si se me apura más responsable.
No obstante, los actos más relevantes del programa de fiestas, al margen de los masivos espectáculos musicales, relevantes por la afluencia de público, asistencia de las autoridades, etc, siguen siendo prácticamente igual que hace 40 años; y me gusta que sea así; me gusta que se mantengan estos actos tradicionales que se remontan en la noche de los tiempos y que se vayan completando con otros como la ofrenda floral ante la estatua de Santa Teresa en la plaza del mismo nombre en la tarde-noche del día 14 de Octubre.
Esa tarde se dan cita en la plaza de la Catedral la práctica totalidad de las instituciones de la ciudad, desde la corporación municipal en pleno hasta la AMPA del colegio más pequeño, quienes desfilando entre el público y al son de la banda municipal, llegan a la plaza de Santa Teresa y ofrecen un ramo de flores a "la Santa", como la llamamos aquí, mientras al amparo de la muralla se va dibujando un tapiz de flores.

La procesión de "la Santa" tiene lugar el día 15 después de la misa solemne. También en la plaza de la Catedral se concentran decenas de cofradías, todas las instituciones tanto civiles como militares y religiosas, asociaciones de diferentes pueblos de la provincia, etc. Decenas de mujeres y hombres visten el traje típico de la zona y muchas otras mujeres se adornan con la clásica peineta. Mientras llega la hora del desfile procesional, la espera es amenizada con alguna interpretación de la banda municipal o la banda militar y con bailes de la jota castellana.
La comitiva se pone en marcha encabezada por los sones de la dulzaina y tamboril, instrumentos musicales típicamente castellanos, a quienes siguen las cofradías con sus estandartes, la corporación municipal presidida por el Alcalde, etc. Las fuerzas armadas también rinden homenaje a la Santa desfilando con su banda en el cortejo procesional. La jerarquía eclesiástica encabezada por el obispo de la diócesis, sigue a la imagen de Santa Teresa, llevada a hombros de sus devotos. La banda municipal y algunos grupos de dulzaineros amenizan el desfile procesional.
Un emotivo momento es cuando por el Arco de la Catedral (una de las 8 puertas de acceso al recinto amurallado) aparece la imagen de la Santa; el clamor popular la recibe al grito unánime de ¡guapa, guapa, guapa! o ¡Viva la Santa!... y ensordecedores aplausos; y así a lo largo de todo el recorrido.
Se trata de unos actos sencillos; pero quizás por eso y porque vienen repitiéndose desde hace muchísimos años de la misma forma y también por el fervor popular de los abulenses hacia "su Santa", lo que hace que a la vez sean unos actos grandes.