miércoles, 3 de diciembre de 2008

ETA VUELVE A MATAR

eta, y lo pongo con minúsculas conscientemente, ha vuelto a matar. Joder, ¡ qué asco de gente !. ¿Cómo se puede ser tan desalmado y tan cobarde? Dos tipos para tirotear a un hombre mayor y por sorpresa. ¿Se puede ser más cobarde?.
No entiendo como parte del pueblo vasco apoya a esta gente. ¿Es posible que esta forma de "hacer país" le parezca correcto a alguien que esté en su sano juicio?.
Y mientras, los partidos políticos no se unen en la lucha contra el terrorismo porque..."esta frase del acuerdo no me gusta" ..... o la AVT tampoco está de acuerdo con ciertas acciones de los políticos, etc.
Difícil será eliminar esta organización si no estamos TODOS UNIDOS contra ella.
Desde aquí mis condolencias a la familia del señor Ignacio Uría.

4 comentarios:

Isabel dijo...

SON UNOS MERCENARIOS, ASESINOS DE MIERDA

Carlos dijo...

Querido amigo:
Comprendo tu estado de rabia, entiendo a Mari Carmen y a su comentario. La democracia es una buena cosa, claro, para quien la ejerce, pero no para el que sale impune de asesinar cobardemente, Ahi nuestra tan querida democracia tiene una gran grieta, en donde ampara a todos esos que utilizan las harmas como diálogo.
Pero quien es el que se cree que tiene derecho sobre la vida de los demás?
Por el mero echo de no estar de acuerodo, hay que matar?
Despues de todo, siempre te queda la duda de quien es verdaderamente el interesado de todos estos asesinatos...
Como bien dice Mari Carmen, en otros paises, se lo piensan muy mucho de coger una pistola y atentar contra nadie.
Como ser humano, siento mucho lo que le ha pasado a este empresario y el tremendo dolor que le han causado su familia.
Un abrazo y un beso, para todos.
Carlos.

Sombras en el corazón dijo...

Y tan inútil. Todas las muertes provocadas son inútiles.

Un abrazo

Unknown dijo...

Hola Jomani, me uno a ti para decir bien alto, que estoy tambien !!!!Harta!!!!, de esta violencia, de estos asesinos, y que o se les pone límite o seguiran haciendo lo que les dé la gana.

Un beso