jueves, 13 de noviembre de 2008

ADOLESCENCIA, MADUREZ

Graves problemas están incidiendo sobre la sociedad en todo el mundo. Uno de ellos, sin duda alguna, es la crisis económica mundial que origina tanto desempleo y provoca tantos dolores de cabeza en muchísimas familias que se las ven y se las desean para llegar a fin de mes. Tampoco hay que olvidar las guerras abiertas en cualquier parte del mundo por diferentes causas: religión, petróleo, etc.
Pero una noticia puntual ha disparado el debate en todo el mundo. Me refiero a la niña inglesa de 13 años que se niega a que le trasplanten un corazón o lo que es lo mismo se niega a seguir viviendo. Y aquí está el debate: ¿Es posible que una niña de 13 años sea capaz de tomar una decisión de semejante calibre?. Yo he trabajado durante muchos años con jovencitos de esta edad y me cuesta admitirlo; puede que el sufrimiento haya hecho madurar antes de tiempo a esta adolescente. Por otra parte, si los padres respetan su decisión, será porque conocen su grado de madurez y los sufrimientos que ha padecido durante tantos años.
Yo me siento incapaz de dar una opinión al respecto; no obstante creo que, como padre, y si los médicos confían en que con un transplante de corazón se mejora su calidad de vida, haría todo lo posible por convencerla y que se sometiese a la operación. Es una chica muy joven y se merece vivir.
Otro asunto de actualidad, que tiene relativa importancia, es la fuga del ¿Sr? de Juana Chaos. El juez ha decretado la orden de busca y captura. Yo me pregunto: ¿Cómo se puede ser tan ingenuo?. ¿Acaso quien le dejó en libertad no sabía que se iba a escapar?. Era lo más lógico que hiciera. Este caso corrobora de alguna manera mi opinión sobre la justicia, y que hace algunas semanas publiqué en este mismo blog con el título:
"¿JUSTICIA JUSTA?".

4 comentarios:

Ligia dijo...

Para mí también es difícil dar una opinión sobre la decisión de esta niña, pero me extraña su firmeza para la edad que tiene. Será que los años de enfermedad y sufrimiento la han hecho madurar y ser más consciente de lo que quiere y lo que no. Abrazos

Sombras en el corazón dijo...

Que voy a decir! Vivir siempre parece la opción mejor (no a cualquier precio tampoco, vamos). Pero es que morir es algo inevitable, y puesto que no existe otro final ¿para qué acelerarlo?

Un abrazo

CarmenS dijo...

Su carita es de serenidad, la he visto en fotos y secuencias televisivas y me ha sorprendido su gesto sereno. Creo que ella puede saber ya cómo quiere que sea su vida. Hanna sabe lo que es sufrir y es lógico que diga si quiere o no quiere seguir padeciendo igual, sobre todo, cuando el transplante no le asegura que va a vivir con normalidad.

Isabel dijo...

Estoy de acuerdo contigo, yo intentaría convencerla, para que se sometiera a la operación, como madre, mi postura sea quizá egoista, pues querría que viviera por encima de todo, incluso de su propio dolor, debe ser terrible la situación de sus padres, la de la cria parece una decisión madura, ella es la que ha sufrido en su cuerpo tantísima operación. Un beso