
Greta, una perrita Fox Terrier preciosa, apareció en la vida de mis hijos hace 14 años; era un cachorrito a quien daban el biberón y cuidaban con celo, procurando siempre que tuviera una camita cómoda y caliente; jugaban con ella, se preocupaban de darle su comida, no tanto de pasearla ... y Greta ha crecido con ellos y ha formado parte de su vida a lo largo de 14 años. Por eso ellos la adoraban.
Greta era una perrita cariñosa; se ponía nerviosísima al ver a alguien conocido y hasta que no daba "su besito" en la oreja, no se tranquilizaba; incluso se le escapaban unas gotas de pipí de la emoción. Jamás molestaba con sus ladridos; siempre silenciosa, alertaba con gruñidos cuando algo o alguien extraño levantaba sus sospechas. No sé por qué, pero los truenos, los cohetes o petardos la asustaban y la producían taquicardias; buscaba protección en los lugares que ella consideraba más seguros, especialmente la bañera; lo pasaba realmente mal y nosotros también de verla en ese estado sin poder hacer nada por evitarlo.
Esta tarde, Greta ha muerto; la fiel amiga de mis hijos se ha ido para siempre y les ha dejado sumidos en la tristeza, llorando por su ausencia.
Yo también quería a Greta y siento una gran tristeza por su muerte. Por eso, y a riesgo de no ser bien comprendido, quiero rendirla este pequeño homenaje de despedida. Estoy seguro que desde el cielo de los animales me lo agradecerá con sus cariñosos "lametones".
¡ Hasta siempre, Greta !