A lo largo de la historia de la humanidad, han existido millones de hombres importantes (de las mujeres hablaré en otro momento), que han destacado en todos los campos: científicos, poetas, pintores, inventores, políticos, etc. De los muchos que nos ha dado el siglo XX, me quedo con tres: Salvador Allende, mi padre y mi maestro.
Gran hombre, mi maestro.. Mientras redacto estas líneas, revolotean en mi cabeza decenas de anécdotas que tienen relación con él.
Don Julian, que así se llamaba, ha dejado en mí una huella imborrable. Recuerdo aquel hombre alto y serio. En mi inocencia de niño me preguntaba ¿por qué he de dar yo tres zancadas para avanzar lo mismo que él con una?.
Gran hombre, mi maestro.. Mientras redacto estas líneas, revolotean en mi cabeza decenas de anécdotas que tienen relación con él.
Don Julian, que así se llamaba, ha dejado en mí una huella imborrable. Recuerdo aquel hombre alto y serio. En mi inocencia de niño me preguntaba ¿por qué he de dar yo tres zancadas para avanzar lo mismo que él con una?.
Recuerdo cuando nos hacía aprender las tablas de multiplicar, o los ríos de España con sus afluentes ….. siempre con la misma "cantinela"; hoy día eso de aprender de memoria se considera desfasado; a mí me sirvió; después de 50 años, aún recuerdo muchas cosas aprendidas de memoria.
Recuerdo a D. Julian cabalgando su moto Guzzi, que por cierto un mal día se le partió por la mitad y casi se mata del golpe; fui a visitarle a su casa de Ávila con mi madre.
Recuerdo su "cuaderno de rotación"; un cuaderno especial y que nos tocaba completar a los más espaviladillos de la escuela. Así él se ganaba alguna felicitación del Inspector.
Recuerdo su interés por "aprovechar" a los más listos, como él decía. Gracias a su intervención pude estudiar el bachillerato con los Hermanos Maristas en Valladolid. (de esta tapa de mi vida algún día escribiré algo).
Mira tú por dónde, sin habérmelo propuesto nunca, he dedicado mi vida profesional al magisterio, como él. ¿Tendré la suerte de que me recuerden así mis alumnos?.
Gracias, señor maestro. Gracias, don Julian.
Recuerdo a D. Julian cabalgando su moto Guzzi, que por cierto un mal día se le partió por la mitad y casi se mata del golpe; fui a visitarle a su casa de Ávila con mi madre.
Recuerdo su "cuaderno de rotación"; un cuaderno especial y que nos tocaba completar a los más espaviladillos de la escuela. Así él se ganaba alguna felicitación del Inspector.
Recuerdo su interés por "aprovechar" a los más listos, como él decía. Gracias a su intervención pude estudiar el bachillerato con los Hermanos Maristas en Valladolid. (de esta tapa de mi vida algún día escribiré algo).
Mira tú por dónde, sin habérmelo propuesto nunca, he dedicado mi vida profesional al magisterio, como él. ¿Tendré la suerte de que me recuerden así mis alumnos?.
Gracias, señor maestro. Gracias, don Julian.
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